Empieza a llegar la gente, pasadas las 6 de la tarde. De momento dejamos todos los trastos de dormir en la clase de 5º, que será la habitación común de todos. Mientras llegan todos los apuntados y para entrar en calor, se reparten unos artilugios para echar agua. Casi todos con bañador para no mojarse la ropa. Algunos no les dio tiempo a cambiarse y hubo que poner la ropa a secar, la verdad que el colegio con la ropa a secar en las ventanas da otro aspecto distinto.
Cuando ya estaban todos empezaron los juegos, el primero, como no, de agua. Tenían que transportar un vaso lleno de agua, que previamente llenaban en un recipiente y solo utilizando la boca, a otro situado a unos 10 metros y ganaba quien lo llenara antes. Lo de menos fue quien ganó. Otra guerra de agua con los artilugios, los adultos estaban desarmados, pero algunos ni siquiera les cayó unas gotas.
Seguimos con más juegos de agua. Todos sentados en el suelo uno detrás de otro y se pasaban una toalla por encima de la cabeza empapada en agua hasta el último de la fila, el cual la escurría en un recipiente. También ganaba el que antes le llenaba.
Luego se pasaban una esponja a cierta distancia cargada de agua también, si no la cogías malo y si la cogías te mojabas.
Después todos a secarse y a ponerse algo seco, pues empezaba una especie de yincana, en la que no había ni ganadores ni perdedores, aquí sí se animaron los adultos.
Baloncesto: una mini canasta en la que tirabas 3 pelotas alternándolas en un tiempo de 30 segundos y se contaban las que encestabas.
Boccia: Muy parecido a la petanca, pero adaptado a personas con discapacidades físicas. 6 bolas rojas, 6 azules y una blanca, que se la denomina diana. Van lanzando las bolas, intentando dejarla lo más cerca posible a la blanca. Siempre comienzan rojas y tras un turno de azules, los turnos de lanzamiento van variando siempre inversamente a la situación de las bolas, esto es, lanza siempre aquel que vaya perdiendo. El competidor que deje la bola de color más cercana de la bola blanca/diana anotará un punto por cada una de las bolas que se encuentren más cercanas a la blanca que la más próxima de las del contrario. Al finalizar los parciales, los puntos obtenidos en cada uno de ellos se sumarán, siendo ganador el que más puntos haya sumado.
Parchís: ¿Quien no sabe jugar al parchís? Pues eso a tirar el dado y mover tantas casillas igual al número sacado, nadie se comió a nadie.
Balón prisionero: Medio equipo a cada lado del otro que permanece en el centro, los de fuera lanzan el balón contra los de dentro y al que dan se va eliminando y así hasta que acaban con todos y cambian de lugar, si la coges sin que toque el suelo tienes una vida, que puedes utilizar cuando eliminan a alguien de tu equipo.
Llegó la hora de la cena y eso hicimos, algunos compartieron lo que trajeron.
Después preparamos la clase donde íbamos a dormir, cubriendo el suelo de colchonetas y esterillas, algunos se trajeron colchonetas hinchables.
Pusimos una película, para que se relajaran y durmieran. Sí se relajaron, pero hasta que no acabo, no se durmieron.
Sobre las 8 de la mañana empezaron a despertarse algunos y fue una reacción en cadena. Nos lavamos la cara y a desayunar. Tortitas, riquísimas con mermelada o cacao y un gran vaso de leche o chocolate. Las tortitas caseras, hechas por algunos padres, que se hizo la masa a las 3 de la mañana como los panaderos de verdad.
Mientras los adultos recogían los trastos de la noche y adecentaban las instalaciones del colegio utilizadas los niños seguían jugando. Esta vez con el paracaídas y la multitud de posibilidades de este.
Llegó la hora de terminar y muchos de los niños se querían quedar un día más a dormir.
Una experiencia inolvidable, la cual repetiremos todos los años, incluso la extenderemos a los más pequeños de primaria.
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